miércoles, 30 de marzo de 2011

Un poco más sobre el Big Bang

Como ya apuntábamos en anteriores posts, la ciencia acepta hoy, de forma casi unánime, que el Universo actual tuvo su origen hace unos 13.700 millones de años en un evento conocido como Big Bang (Gran Explosión). Este nombre desafortunado (ni fue grande, ni fue una explosión como las que conocemos) se lo debemos al astrofísico Fred Hoyle, uno de los detractores de esta teoría que la bautizó así de forma despectiva. Si el Universo se expande (es decir, si las galaxias se alejan cada vez más unas de las otras) como demuestran las observaciones, parece claro que mientras más retrocedamos en el tiempo, más pequeño será su tamaño y más "apretada" estará toda la materia y la energía existentes. Hasta tal punto que, si retrocedemos lo suficiente, todo estaría concentrado en un volumen infinitesimal de energía y temperatura matemáticamente infinitas (o, al menos, indescriptibles), conocido como "singularidad espaciotemporal".


Preguntarnos cómo llegó el Universo a este estado o qué era lo que existía con anterioridad a él son preguntas que la Física actual no puede responder. Las leyes que conforman el marco teórico de esta disciplina no "funcionan" más allá de unas millónésimas de segundo después del Big Bang. Ni siquiera podemos hablar de un tiempo anterior a ese momento, ya que los físicos insisten en que el tiempo se creó también en el Big Bang, junto con el espacio, la energía y la materia que conocemos.
Bien, pues según muchas evidencias empíricas y teóricas, esa singularidad de energía y temperatura infinitas "explotó" de alguna manera, dando lugar al Universo en que vivimos. Desconocemos los mecanismos que causaron este efecto y puede que nunca lleguemos a conocerlos.
Con el tiempo, el Universo se fue enfriando al expandirse, lo que trajo consigo la separación de las cuatro fuerzas fundamentales que conocemos (nuclear fuerte, nuclear débil, electromagnética y gravitatoria) y la creación de las partículas elementales (quarks, electrones, etc.). Posteriormente los distintos tipos de quarks se unirían para crear protones y neutrones, los cuales formarían más tarde los primeros núcleos de deuterio y de helio y, unos 300.000 años después del Big Bang, otros átomos -fundamentalmente hidrógeno- uniéndose a los electrones.
Aunque, en principio, la materia estaba casi uniformemente distribuida, posteriormente algunas regiones algo más densas crecieron gravitacionalmente aumentando su densidad y formando nubes, estrellas, galaxias y el resto de las estructuras astronómicas que actualmente se observan. Esta distribución de materia, energía y fuerzas fundamentales daría lugar, mucho más tarde, a la aparición de la vida, la inteligencia y la consciencia en un pequeño planeta rocoso azul de una galaxia espiral cualquiera.

Evolución del Universo desde el Big Bang

Las tres evidencias principales que apoyan esta teoría del Big Bang (en las que profundizaremos en otros posts) son: el corrimiento hacia el rojo de las galaxias (es decir, la prueba de que se están alejando), la radiación de microondas del fondo cósmico (es el remanente energético de aquella "explosión" primigenia) y la abundancia de elementos ligeros en el Universo actual (en concordancia con la teoría).


Mapa de la radiación de microondas del fondo cósmico (WMAP)


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