jueves, 31 de marzo de 2011

¿Pueden curvarse el espacio y el tiempo?

La Teoría General de la Relatividad de Einstein demostró matemáticamente que la gravedad, más que una fuerza al estilo newtoniano, es en realidad una consecuencia de la propia geometría del tejido espaciotemporal. Si imaginamos el espaciotiempo como una malla compuesta por tres dimensiones espaciales más una temporal (algo difícil de visualizar), podemos entender la gravedad como la distorsión que sufre esa malla como consecuencia de los elementos masivos (planetas, estrellas, galaxias...) que contiene. Cuanta más masa tiene un cuerpo, más distorsionada o curvada estará la malla del espaciotiempo.
La Tierra, por ejemplo, sigue en su trayectoria alrededor del Sol el camino más recto que puede encontrar (el equivalente a una geodésica cuatridimensional); pero resulta que como el Sol, con su gran masa, curva el espacio (y el tiempo) en torno a él, el camino más recto es una elipse. Sin la presencia de nuestra estrella, la Tierra seguiría una trayectoria recta por el espacio.


Cuando nos encontramos con un objeto extremadamente denso y masivo -como puede ser un agujero negro-, el espaciotiempo se curva tanto que puede llegar a cerrarse sobre sí mismo e, incluso, a desgarrarse, produciendo una "singularidad". Esa curvatura extrema impide que la luz abandone su superficie, de ahí lo de "negro".



Aunque en las imágenes aparecen representadas sólo las dimensiones espaciales, no hay que olvidar que el tiempo se curva y distorsiona a la vez que lo hace el espacio. Las ecuaciones muestran que en el interior de una singularidad el tiempo puede llegar a detenerse totalmente.
Seguiremos profundizando en este tema.


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